Dos hombres llegan al cielo, uno era taxista y el otro un pastor de una prestigiosa iglesia, al llegar los dirigen a cada uno a sus residencias celestiales, al pastor, lo llevaron a una residencia muy bonita pero “normal” y al taxista lo llevaron a una mansión espectacular, al ver esto el pastor, se acerca a Pedro y le dice “no es queja, pero yo entregué 40 años de mi vida a salvar almas, y este hombre es un taxista y le dan una mansión”, y Pedro le responde, aquí lo que evaluamos es el resultado de su trabajo, cuando usted predicaba, la gente se dormía, en cambio este hombre cuando manejaba, ponía a todo el mundo a clamar a Dios por su vida.
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